Con baja intervención humana, son vinos que nacen, no que se hacen, “solo” se necesita una excelente fruta sana, racimo entero, limpieza y la naturaleza produce el milagro: la máxima expresión de la fruta. Son los vinos de toda la vida de las zonas tradicionales de producción de tintos, vinos francos (con perdón), intensos, chispeantes, son todo fruta, flor y a un precio asequible, la mejor manera de acercar a los jóvenes al mundo del vino.

En noviembre del 2017, coincidiendo con el Día Mundial del Enoturismo, teníamos el honor de apadrinar el Maceración 2017 de Palacio de Canedo (D.O. Bierzo). Y uno es padrino de por vida.

Despedimos el 2023 con un vino del 2023

Gracias PRADA por conservar esta tradición que atesora la verdad de las viñas.