REMEMORANDO TIEMPOS PASADOS CON PETER SISSECK
Conocí a Peter Sisseck en los últimos años del siglo XX, era mi primera Alimentaria. Él comenzaba de la bodega Clos D´Agon (Girona). Me fascinaba su blanco, elaborado con Marsanne, Roussanne y Viognier; me recordaba a algunos Côtes-du-Rhône que yo me permitía beber, hoy los que me gustan no me los puedo permitir. No tengo claro si esos vinos han elevado sus precios o yo he menguado mi poder adquisitivo.
Hoy mantengo una excelente empatía con su ingeniero agrónomo y hombre de confianza, Pablo Rubio, con el que disfruto de vez en cuando catando y comiendo ostras en Francia. Pablo es el responsable de localizar viñedos por medio mundo para el proyecto de vinos con arraigo en diferentes territorios.
Y precisamente uno de esos excepcionales territorios es Saint-Émilion, donde Peter Sisseck es copropietario de Château Rocheyron y con motivo de los Primeurs 2015, aprovechamos la oportunidad de probar su mítico Pingus en “primicia” entre otros.